Lo más reciente

La batería del coche, trucos sencillos


Uno de los elementos del vehículo que casi todo el mundo ha odiado al menos una vez en la vida es la batería de su vehículo, sea éste una motocicleta, un turismo o un camión. Tienen la fea costumbre de dejarte tirado cuando menos nos conviene aunque es justo decir que suelen dar pre avisos y no son tan traicioneras como nos parecen.

La vida media de las baterías "sin mantenimiento" (la mayoría de las actuales) oscila entre los 3 y los 5 años. Se llaman sin mantenimiento porque no se les puede añadir agua destilada o ácido ni hacer nada por renovar los elementos que permiten la carga eléctrica de las mismas. Si tenéis una cierta edad recordaréis que las antiguas baterías tenían un tapón a través del cual se podía realizar el mantenimiento, alargando considerablemente la vida de las mismas (hasta que las placas de plomo morían, literalmente). Esto ya no es así. Ahora las baterías son cajas estancas y sellada - o al menos no accesibles - y excepto cargarlas y usar la electricidad que generan, poco más se puede hacer por ellas a pesar de que internamente son muy parecidas a las que se empleaban hace treinta o cuarenta años. No por ello se os debe ocurrir taladrarlas para volver a poner agua destilada o ácido ya que sería extremadamente peligroso. Así que el único mantenimiento posible es cambiarla cuando envejece (excepto, si acaso, comprobar que los bornes no se oxiden o los cables no se quemen o dañen). De hecho una primera medida a tomar cuando adquirimos un coche o cambiamos la batería, es anotar a ser posible sobre la misma carcasa de la batería con un rotulador indeleble la fecha en que se instaló. Cuando hayan transcurrido 4 años será el momento de cambiarla aunque parezca que funciona bien. Eso al menos si queréis estar seguros que si el vehículo os va a dejar tirados no va a ser por la batería.

Habéis visto que las baterías tienen un ratio de envejecimiento muy amplio. Algunas solo duran 3 años, otras 5 ó más años. Esto tiene una explicación. Si vivís en un clima con estaciones muy frías la batería dura menos ya que la reacción química que permite generar electricidad se ralentiza y la ignición del motor siempre es más compleja. Por eso es conveniente que el vehículo duerma en el garaje durante los meses más fríos del año. Otro factor que acelera el envejecimiento es el uso constante de la misma en situaciones en que el alternador no puede generar la electricidad necesaria para todos los elementos del coche. Esto suele suceder si el coche está a menudo detenido y funcionando, en atascos o similares, de manera que la batería debe suplir la corriente que el alternador no es capaz de proporcionar. En estas situaciones, muy habituales durante la conducción en ciudad, es conveniente no ir manipulando los limpiaparabrisas, los elevalunas, la radio y en general cualquier elemento que consuma electricidad porque es casi seguro que parte del consumo partirá de la batería. Es decir, una batería durará más si pertenece a un vehículo que duerme en garaje y que realiza una conducción de cierta velocidad en carretera y autopista con pocas paradas. Evidentemente hay otros factores que determinan la durabilidad, pero a coches iguales y mismo modelo que batería, el uso que se hace del mismo es determinante.

En el párrafo anterior habéis visto que hemos introducido un elemento nuevo, el alternador. El alternador es el generador de electricidad de nuestro vehículo. Para que funcione va unido solidariamente al motor, por regla general a través de la llamada correa del alternador. La tensión que genera se rectifica de manera que parte de la misma se usa en el funcionamiento del vehículo y parte se emplea en recargar la batería, que le da soporte cuando no genera suficiente corriente/tensión. Si el alternador se avería o se rompe la correa que lo une al motor, éste deja de generar corriente y el vehículo pasa a alimentarse exclusivamente de la batería. No por mucho tiempo. Aparte de que inmediatamente se encenderá en el piloto del panel de instrumentos que indica que hay un problema de batería, en un breve plazo de tiempo notaréis que los limpias van lentos, al igual que los elevalunas, así como las luces alumbrarán muy poco. Al cabo de un tiempo el vehículo simplemente se detendrá. La rotura de la correa del alternador se suele producir cuando estamos conduciendo el coche y notamos que se produce un latigazo, igual que cuando el turismo pisa alguna rama o piedra suelta de la carretera, como si algo se hubiera metido en los bajos, seguido de alguna malfunción del tablero de instrumentos (con el testigo indicador de la batería encendido ya de forma permanente).



¿Cuánto tiempo podemos circular sin alternador? Depende de la batería y del uso que estemos haciendo de la poca electricidad disponible. Si la batería es nueva y está bien cargada, durará más tiempo si circulamos de día y sin lluvia que si lo hacemos de noche con las luces encendidas y los limpias funcionando para liberar el parabrisas de la lluvia. Por eso, si detectamos que no tenemos alternador, reduciremos al mínimo el consumo eléctrico y con ello podremos hacer bastantes kilómetros. Conozco un caso de un amigo que llegó a hacer 200 km sin alternador pero otro apenas pudo hacer 20, así que lo mejor es usar ese poco margen para buscar el mecánico más próximo y no jugársela en recorridos largos de final impredecible.

Hemos dicho anteriormente que la batería da avisos de obsolescencia, aparte del tiempo que tiene. El primero es que nos cuesta arrancar el coche más de lo habitual, sobretodo con temperaturas bajas. Otro aviso ocurre cuando no usamos el coche durante un tiempo relativamente largo - por ejemplo una semana - cuando hasta ese momento lo utilizábamos a diario y el arranque no se produce ni a la primera ni a la segunda. Esto se debe a que el uso diario recargaba la batería lo suficiente para que no se apreciara el envejecimiento, pero una vez hemos dejado de usar el coche - porque estamos de vacaciones o enfermos - el descenso de la carga afecta al encendido del coche, que es el momento en que se precisa mayor potencia de la batería, precisamente lo que una batería vieja ya no tiene. Para los que seáis más amantes de la precisión y dispongáis de multímetro, una batería ya no está en óptimas condiciones cuando una vez cargada al 100% y sin estar conectada a los bornes - sin carga - la tensión no alcanza los 13.2 voltios.

Si la batería ha muerto o está bastante mal, al límite de su vida útil, al accionar el motor éste no se encenderá pero también habrá otros sintomas como la lentitud de los elevalunas al subir o de los limpias. Si en cambio estos elementos funcionan con la velocidad normal deberemos comprobar si hemos hecho algo que haya descargado la batería de forma fortuita, como puede ser haberse dejado las luces encendidas o la luz interior del coche. En este último caso podemos recuperarla recargando la misma de tres posible maneras :

  • Con un recargador
  • Con la ayuda de cables de carga conectados un segundo coche
  • Con un arrancador de coches (booster o jump starter)
Los recargadores son unos aparatos que se conectan a la corriente alterna - 230 VAC - y cuentan con dos bornes que van a los terminales de la batería : la pinza roja al polo positivo de la batería y la negra al polo negativo. Se puede cargar la batería cuando sigue instalada en el coche - porque estamos en un garaje que posee un enchufe de corriente - aunque lo habitual es tener que desmontarla y llevarla al apartamento donde vivimos para hacer la recarga. La recarga total de una batería descargada puede llevar hasta 24 horas ya que se hace circular una cantidad de corriente limitada. Si una batería se cargara al máximo de corriente lo más probable es que se dañara de forma irreversible.
Cuando se carga a la tensión máxima el cargador externo lo suele indicar con el encendido de un piloto verde o un indicador de aguja.

Se debe ir con cuidado a la hora de extraer la batería del vehículo y cuando se realiza la carga. En primer lugar se debe soltar el borne negativo y luego el positivo. Una vez la batería ya está eléctricamente desconectada, se afloja la sujección al chasis y se saca con la ayuda de las asas que suelen incorporar. Es conveniente usar guantes y herramientas aisladas en la medida de lo posible. La mayoría de las llaves fijas necesarias para el desmontaje de los terminales de las baterías son 10/11 aunque también podemos encontrar 8/9. Una vez tenemos la batería la llevamos al lugar de la carga, que habitualmente será vuestra propia vivienda. Lo más conveniente es que dicha carga se realice en un lugar ventilado ya que las baterías descargadas pueden generar hidrógeno que es un gas que no huele en absoluto pero puede provocar deflagraciones importantes. Debemos además extremar el cuidado a la hora de conectar los bornes. Recordad que la pinza roja (positiva) del cargador va al borne positivo de la batería y la negra (negativa) al borne negativo. Si os confundís puede producirse una explosión de la batería, así que revisad una y otra vez hasta estar seguros de la polaridad de conexión. Si al conectar la pinza salta una chispa considerable o bien el cargador da síntomas de sobrecalentamiento o incluso quema el fusible, no insistáis ya que es probable que la batería este cortocircuitada y se ha de cambiar de forma inmediata.

Los cargadores de batería no suelen ser caros. Se pueden conseguir por precios que oscilan entre los 15 y los 45 euros. Elegid siempre aquellos que ofrezcan la mejor protección contra cortocircuitos o  conexión inversa y a poder ser que midan el voltaje final. Vigilad también que el cargador sea de la tensión correcta ya que los hay de 6, 12 y 24 voltios. Los de motocicleta suelen ser de 6 V, los de turismos de 12 V y los de camión de 24 voltios.

Si tras 24 horas de carga el cargador sigue cargando sin que aparezca la señal de que la batería está al 100%, eso significa que no se encuentra en buen estado y conviene cambiarla. Puede que al volverla a conectar al coche funcione, pero volveréis a tener el mismo problema en un plazo breve de tiempo. Si la batería o el cargador se calientan mucho, desconectarlos porque también ese calentamiento indica un mal funcionamiento de la batería.

Cargador de batería con altas prestaciones por menos de 25 euros en Amazon


Por desgracia los cargadores de batería no son útiles cuando necesitamos el vehículo de forma inmediata. En ese caso necesitamos la ayuda de otro vehículo y disponer de unos cables especiales.  Antiguamente esta solución era casi "standard" pero con el advenimiento de los turismos más modernos, dotados de centralitas electrónicas, es el menos aconsejable. Es probable que podamos arrancar el vehículo que se ha quedado sin batería, pero también es probable que nos carguemos algo de la centralita o la centralita entera puesto que es muy sensible a los picos de corriente y tensión, así que tomad este método como el menos aconsejable.

Hay que seguir los siguientes pasos para conseguir el arranque sin dañar ninguno de los dos vehículos.

En primer lugar nos aseguramos que el vehículo auxiliador o el averiado disponen de pinzas con un cable de buena sección. Estos cables se pueden conseguir por muy poco dinero (entre 15 y 30 euros). Llevad siempre un par de ellos en el kit de emergencias del coche.  Miden entre 3 y 4 metros, así que deberemos estar seguros que ambos coches estén lo suficientemente cerca para que los cables lleguen de batería a batería pero SIEMPRE EVITANDO QUE LOS COCHES SE TOQUEN. En caso de que los chasis se tocaran podría darse un chispazo por la diferencia de potencial entre ambos.

El coche auxiliador deberá ser arrancado para evitar que su batería se descargue también al efectuar la conexión. El coche averiado deberá permanecer con la llave puesta pero en off.

El cable rojo positivo debe ir del polo positivo de la batería del coche auxiliador al polo positivo de la batería del turismo averiado. Siempre primero se conecta el polo positivo del coche auxiliador, y luego el positivo del averiado, no al revés.

El cable negativo negro debe ir del polo negativo de la batería del coche auxiliador al chasis del coche averiado, NUNCA DIRECTAMENTE AL POLO NEGATIVO DE LA BATERÍA DESCARGADA. Si conectáramos el cable al polo negativo de la batería descargada se produciría una chispa que podría provocar la deflagración del hidrógeno acumulado alrededor de la batería. En algunos coches - consultad el manual del vuestro - tienen un conector o una parte del chasis destinada a tal efecto. Lo importante es minimizar el tamaño del chispazo que se va a producir. Por eso también es importante mantener los capós de los coches abiertos - algo que se da por supuesto debido a la conexión de los cables - y a ser posible hacer el encendido en exterior o en un lugar bien ventilado. De esta manera el hidrógeno no se acumulará.

Una vez ya tenemos ambos coches conectados, uno de los conductores se dirigirá al coche auxiliador para dar gas. Al presionar el acelerador hasta las 2000 o 2500 revoluciones por minuto (rpm) el generador está funcionando al máximo. El conductor del coche averiado deberá esperar unos segundos hasta que accione la llave para arrancar. Si todo ha ido bien, el vehículo se pondrá en marcha.

Una vez se ha conseguido el objetivo dejamos ambos coches en marcha y procedemos a desconectar los cables en orden inverso. Primero quitamos la pinza negativa del coche averiado. Luego la pinza negativa del coche auxiliador.  Posteriormente la pinza positiva del coche averiado para finalmente eliminar la pinza del positivo del coche auxiliador.  Es recomendable que el coche que estaba averiado funcione al ralenti o mejor circule durante un rato para recargar la batería que aún sigue con bajos niveles de carga.

Como ya hemos comentado este proceso de arranque de vehículo a vehículo puede generar problemas e incluso averías serias en la centralita, principalmente por los chispazos y picos de tensión/corriente que se generan. No hay ninguna medida de protección entre ambas baterías y es lógico que dichos picos se produzcan.

Para evitar estos problemas existen los llamados arrancadores de batería o boosters. Se trata de pequeñas unidades - el tamaño oscila entre el de un disco duro externo de ordenador y el de una lata grande de aceite para coche - que pueden llevarse en la guantera o el maletero y que conectados a la batería permiten el encendido del motor en situaciones de baja carga o cuando las condiciones ambientales - generalmente frío intenso - lo impiden. Son unidades tan útiles que debería ser obligatorio disponer de uno ya que permiten incluso arrancar desde una batería que debería cambiarse. Conozco a gente que no podía llevar el vehículo al taller por cualquier razón - entre ellas a veces la económica - y cuando la batería les hacía una mala jugada conseguían arrancar con el booster, a veces durante dos o tres meses.

Estas unidades, cuyo precio oscila entre los 50 y los 150 euros, poseen una batería interna capaz de dar grandes corriente en un breve espacio de tiempo, suficiente para arrancar el motor. Una vez el motor arranca y el alternador se pone en marcha la batería se carga por sus medios habituales. El proceso de arranque es muy similar al empleado por el método de vehículo-a-vehículo.

Arrancador o boster con sus accesorios. El de la fotografía es el más vendido en Amazon


En primer lugar abrimos el capó y localizamos la batería. De nuevo mejor si lo hacemos en un lugar aireado. Los boosters suelen llevar un botón para comprobar la carga. Aunque suelen poder aguantar dos y hasta tres arrranques, siempre es mejor que no se encuentren por debajo de un umbral mínimo. Una vez hecha la comprobación lo apagamos del todo, conectando la pinza positiva (roja) en el borne positivo de la batería y la pinza negra en el negativo.

Una vez se ha hecho la conexión, ponemos el booster en marcha, pasando al asiento del conductor. Esperamos unos pocos segundos y damos entonces al arranque. Si todo ha ido bien el coche se habrá puesto en marcha. Sin apagarlo regresamos al capó y apagamos el booster, desconectando en primer lugar la pinza negativa y luego la positiva.

Los boosters llevan múltiples protecciones contra cortocircuitos o errores de polaridad, suavizando además el pico de tensión/corriente.

Cuando no hay más remedio que cambiar la batería

Aunque recarguemos la batería o arranquemos el coche con el booster, tarde o temprano deberemos pasar por el mecánico o hacer el cambio de la batería nosotros mismos.  En los coches antiguos esta operación no presentaba demasiados problemas pero en los modernos al realizar la desconexión es probable y seguro que se desconfigure la radio - se bloquea y sin el pin no hay manera de ponerla en marcha - además de la centralita y hasta la alarma anti robo. Por eso en estos casos en que tu coche parece más listo que tu mismo y toma decisiones como abrir las luces o el limpia sin consultártelo es recomendable pasar por el taller, nos guste o no.

En los otros casos todavía podemos hacer un apaño y sentirnos mecánicos durante un rato, aparte de ahorrar mucho dinero.

En primer lugar debemos comprobar qué tipo de batería tenemos. Hasta ahora hemos hablado de soluciones que se aplican a las baterías de celdas húmedas sin mantenimiento, pero no son todas las que se encuentran en el mercado aunque sí las más habituales.  Menos corrientes son las baterías de calcio, que se descargan más lentamente pero tienen el inconveniente de sufrir más con las sobretensiones. Su precio es similar al de las baterías de celdas húmedas.

Más comunes en los coches dotados del sistema "star-stop" y en los híbridos son las baterías VRLA. Las hay de gel y AGM, siendo las segundas aptas para altas potencias mientras que las primeras pueden ser recargadas aunque hayan sufrido una descarga total, poseyendo además una gran cantidad de ciclos de carga y descarga en comparación con el resto.

Las baterías de ciclo profundo y las de iones de litio son exclusivas de los coches eléctricos y no deben ser objeto de cargas como las descritas anteriormente a no ser que así lo permita el manual de las mismas. Las primeras son comunes a los coches eléctricos mientras que las segundas solo equipan por su alto precio a los vehículo de alta gama.

El tipo concreto de batería lo encontraréis en el manual del coche o bien en su etiqueta, si todavía es visible. No es nada recomendable cambiar el tipo de batería ya que podéis tener problemas de funcionamiento.

Una vez tenéis claro qué batería necesitáis es preciso que tengáis claro tres valores : la tensión, la capacidad de la batería y la intensidad de arranque.

La tensión de los turismos suele ser siempre 12 V. En las motocicletas también existen los 6 voltios mientras que los camiones y maquinaria pesada emplea 24 voltios (al igual que algunas caravanas o furgonetas camper). No podemos emplear baterías de otra tensión nominal en nuestro vehículo.

La capacidad de la batería se mide en Ah (amperios hora) y significa que si una batería de 40 Ah proporcionara a una carga  40 Amperios se descargaría por completo en una hora. Es posible emplear baterías de mayor capacidad respecto a la que tenía anteriormente.

La intensidad de arranque se indica por ejemplo como 400 A EN/SAE/GS o en formato DIN equivalente. Indica la corriente máxima de arranque que durante unos breves segundos puede proporcionar. En ningún caso se puede emplear una batería con menor intensidad de arranque pero sí es posible cambiar por una batería de más intensidad de arranque, algo que suele hacer la gente en entornos muy fríos para evitar problemas.

Otro aspecto que debemos de tener en cuenta es el tamaño de los bornes, la posición relativa de los mismos con respecto a las esquinas de la batería y el alto, largo y ancho de la misma. Los bornes de la nueva batería deberán tener el mismo diámetro de la antigua para evitar tener que utilizar adaptadores - que existen - pero que al tener diversas tuercas y conexiones son una posible fuente de problemas.
No todas las baterías poseen los bornes en el mismo lado y posición. Debemos tener en cuenta que es preferible utilizar baterías que tengan la posición similar, ya que evitaremos tirar de cables o hacer cruces raros de los mismos para conseguir alcanzar el polo adecuado. Por no decir que esto a menudo será imposible por la rigidez de los mismos. Respecto a la forma de la batería es crucial que sea la misma o similar, sobretodo si hemos decidido sustituir la misma por una de mayor capacidad que seguramente será algo mayor. Comprobando estos temas tendremos muchos menos problemas ya que es habitual comprar una batería y tener que devolverla por estos asuntos que parecen menores.

Peligros al manejar las baterías

Las baterías de un vehículo nos son inofensivas ni mucho menos. En realidad son muy peligrosas. En su interior contienen ácido que en caso de verterse puede provocar serias quemaduras. También generan hidrógeno que al ser inodoro pasa desapercibido pero puede provocar explosiones y deflagraciones. Dentro de una batería se producen reacciones químicas importantes. En caso de que cambiemos por error la polaridad de la misma dichas reacciones se pueden volver incontroladas y provocar una explosión. Por otro lado no debemos de menospreciar el peso de las mismas, incluso de las más pequeñas, por lo que en caso de caída de las mismas sobre nuestros pies o, peor aún, sobre un niño que circule por la zona sin control, podrían ser provocar un accidente serio o fatal.





No hay comentarios