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Furbo, el regalo más sorprendente para tu perro


El borrador de la nueva ley de protección y derechos de los animales indica de forma expresa que los perros deben estar integrados en la unidad familiar, prohibiéndose que habiten en garajes, patios o zonas similares (es decir, donde "su" familia humana no habita) o que permanezcan a solas durante más de 24 horas.

Los perros son seres sociales que sufren lo indecible cuando se encuentran solos. Simplemente no entienden que les dejes en casa para irte a trabajar y no te los lleves con ellos. Si te preguntas qué hacen mientras estás fuera la respuesta es sencilla : esperar a que vuelvas. En efecto, son ocho o más horas en que lo único que hacen es desear que aparezcas de nuevo. Pocos humanos soportaríamos tan dilatada espera.

A diferencia de los gatos, los perros son bastante o muy dependientes de su propietario. Lo necesitan para salir a la calle, para hacer ejercicio o simplemente para estar a su lado. Somos su manada a falta de una formada por animales de su misma especie.

Estos largos periodos de soledad, que los gatos se ventilan sin mayor problema en una larga siesta, hacen merma en el carácter de los perros. Algunos, dominados por la ansiedad, se llegan a autolesionar o incluso dañan los muebles de la casa. En los casos peores, se pasan el día correteando por la casa, ladrando o aullando, con lo que pueden convertirse en un problema para los vecinos. De ahí a que te quemen la alfombrilla de la puerta, estás a un paso.

Ahora que el teletrabajo, con la mejora de los datos del COVID, está casi extinguido, los perros vuelven a quedarse solos recuperando su más temida pesadilla. Si vuestro can era de esos que se acurrucaba a vuestros pies mientras tecleabáis el ordenador, tened por seguro que sufrirá enormemente que recuperéis la presencialidad laboral.

Para paliar la soledad de los perros no creo que exista mejor compra para su tranquilidad - y la vuestra - que el Furbo.



Furbo es un aparato que se coloca en vuestro hogar y que cuenta con una cámara con la que podéis vigilar lo que hace vuestra mascota mientras estáis ausente. Si solo fuera una cámara el tema se podría solventar con cualquier dispositivo de televigilancia. En cambio, gracias a Furbo, podéis interactuar con el perro. Para ello este gadget se conecta al wifi de la casa permitiendo que a través del app IOS/Android de vuestro teléfono le podáis, aparte de verlo, hablar e incluso escucharle. Es más, posee una alarma que os avisa de los ladridos que emita por si alguien llama a la puerta o se cuela en la vivienda. Aunque si hay un intruso y vuestro perro es un Presa Canario, un Fila Brasileño o un Rotweiller, casi mejor desconectar tal alarma y también el sonido porque el final del entrometido será tan previsible como espantoso. Hay cosas que mejor no escucharlas.

Pero lo mejor del Furbo es que puedes recompensar a tu perro de forma remota ya que permite la carga de golosinas que se pueden suministrar con un lanzamiento a modo de premio cuando responda a tu voz o simplemente para estimularle a realizar ejercicio. Así que cuando tienes al chucho frente a la cámara, bien atento a tus instrucciones, presionas un botón del app de tu móvil para que el premio salte del aparato a, previsiblemente, su boca.

Está comprobado que este dispositivo disminuye enormemente el stress que sufre el perro en tu ausencia y también la ansiedad que te provoca dejarlo solo. Se acabaron los ladridos que importunan a los vecinos o los destrozos causados por la ansiedad.

El precio de vuestra mútua tranquilidad es de 199 euros (al menos aquí, en Amazon) y el aparato, por su utilidad, tiene toda la pinta de ir camino de convertirse en el regalo estrella de esta Navidad.




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